sábado, 23 de marzo de 2013

¿CÓMO PREVENIR QUE LOS ADOLESCENTES CONSUMAN DROGAS?

Prevenir que los adolescentes consuman drogas
  

Cuando se trata del consumo de drogas es mucho mejor prevenir desde el principio que luego tratar una adicción.

Pero ¿cómo pueden los padres prevenir o impedir que sus hijos adolescentes consuman drogas?
Es complicado, y la última decisión sobre si consumir drogas o no sólo puede ser tomada por nuestros hijos, pero sí podemos ayudar a que sean responsables y sepan las consecuencias del posible consumo.


Y también darles armas para rechazar. Aquí ofrecemos algunos consejos.

Sinceridad en todas las conversaciones relacionadas con la droga. Muchos de los que ahora somos padres hemos probado sustancias en el pasado, y es un error mentir a nuestros hijos adolescentes al respecto. Intenta no evadir la pregunta, ponerte incómodo ni tampoco responder con un "¿a ti qué te importa?". Ya hemos tratado la importancia de lograr tener una buena comunicación con los hijos adolescentes. Y cuando se trata de un tema tan grande como el de la droga, es especialmente importante que tu hijo pueda confiar en ti. Si intuye que mientes, perderás credibilidad. Además, reconocer que has tomado ciertas sustancias da mayor credibilidad a tu rechazo actual. Si eres uno de los que sí tomó en el pasado, utiliza la experiencia para darle información. Subraya los daños que hacen ciertas drogas y cómo afectan de forma negativa la capacidad de concentración (algo especialmente importante durante la adolescencia), de razonamiento y de relaciones. Háblale de casos reales, de posibles amigos que lo perdieron todo por culpa de una adicción.
Conviértete en aliado o aliada de tu adolescente. Si no sabe cómo decir que no, que te utilice a ti. "Mi padre me mataría". Si tiene algún contacto con una de las llamadas drogas blandas (tabaco, alcohol, hachís...), no le recrimines de forma automática. Es preferible que pueda compartir estas primeras ( y, en muchos casos, inevitables) experiencias para que tú puedas ayudarle a que no se conviertan en hábito. Si te conviertes en aliado/a (NO amigo, porque debes retener tu autoridad como madre o padre) en cuanto al consumo de drogas, se sentirá capaz de llamarte para que vayas a sacarle de una posible situación o fiesta que vaya fuera de control.
Conocer a los amigos de tu adolescente. Es importante conocer a los amigos - y si es posible los padres de los amigos - de tu hij@ adolescente. Esto te ayudará a seguirle la pista si está en una época evasiva o poco comunicativa.
Mantenerte en contacto con tu adolescente cuando no estáis juntos. A esta edad los teléfonos móviles son una gran ventaja. Envíale mensajes, dile que te llame a ciertas horas, o deja notas en tu casa si no vas a estar cuando llegue del colegio. Si pasas muchas horas fuera de casa, no dejes a tu adolescente solo en casa sin nada que hacer. Búscale alguna actividad extraescolar, contrata clases particulares para que aprenda algún instrumento musical.... Hay estudios que indican que los adolescentes que tienen intereses y una vida ocupada tienen menor probabilidad de consumir drogas que los adolescentes que quedan en la calle o salen con amigos sin realizar ninguna actividad más allá que estar juntos. Si le gusta hacer deporte, anímale en todo lo que puedas. El deporte supone un magnífico escudo contra las drogas.
Hablar con frecuencia sobre el tema de las drogas con tu adolescente. Aprovecha programas de televisión para verlos juntos y comentar sobre los contenidos.
Crea un ambiente anti-droga en el hogar. Establece unas normas muy claras. En tu familia, nadie toma drogas. Esto no quiere decir que vayas a marginar a un hijo adolescente que te confiesa haber tomado alguna sustancia. Pero sí demuestra un rechazo colectivo al asunto, y que existen actividades más divertidas y sanas en las que emplear el tiempo.
Organiza actividades en familia. Planifica alguna excursión y deja que tu adolescente colabore en la organización. Desayunar y cenar en familia, porque las estadísticas indican que niños que cenan habitualmente con su familia tienen menor probabilidad de liarse con las drogas.
Enseñar dando ejemplo. Es evidente que no tienes ninguna fuerza moral para exigir a tu adolescente que se abstenga de tomar sustancias que tú tomas. Si abusas de alguna sustancia, ahora es el momento más que nunca para buscar ayuda de forma urgente. Y si tienes amigos que tomen ciertas drogas, tal vez sea el momento para buscar nuevas amistades.
Saber qué hacer en los momentos de mayor exposición a las drogas. Cuando tu adolescente empieza a salir por la noche, pregúntale todo hasta que sepas con detalle a dónde va, con quién y qué van a hacer. Establece la hora de regreso y la forma de regresar. Habla con los padres de sus amigos y, al ser posible, organiza un sistema rotatorio de recogidas por fin de semana, con tal de compartir con ellos la responsabilidad de llevar a vuestros hijos sanos y salvos a casa. La mañana después, intenta pasar un rato con tu adolescente para que te pueda contar anécdotas de la noche anterior. No le hagas un interrogatorio porque se resistirá. Y además tiene derecho a su intimidad. Pero adopta una postura dialogante y abierta, para que sepa que si quiere compartir alguna información contigo, lo puede hacer con total confianza.

¡QUÉ ES LA DROGADICCION?


                    LA DROGADICCION



Podemos entender a la drogadicción, como aquella enfermedad que consiste en la adicción o dependencia a ciertas sustancia tóxicas para nuestro organismo, las cuales afectan en distintos grados a nuestro sistema nerviosos central, al igual que varias de nuestras funciones cerebrales. Todo lo anteriormente manifestado, produce efectos a nivel fisiológico y psíquico, que se manifiestan en alteraciones del comportamiento, de las emociones, de el juicio y la percepción del medio ambiente que nos rodea.
El consumos drogas, dependiendo del tipo en cuestión, lleva a que la persona padezca de euforia y/o alucinaciones, y en los momentos de abstinencia se experimenta desesperación, angustia y depresión. En algunos casos extremos de drogadicción, el consumo de drogas puede llevar a la locura permanente y/o la muerte de la persona.
Con respecto a la historia de la drogadicción, podemos señalar que el uso de las drogas no es sólo una cuestión del presente o de décadas recientes, sino que podemos encontrar sugerencias de su uso desde la prehistoria. En el siglo II después de Cristo, los galenos utilizaban al opio, como una forma de aquietar el dolor de los enfermos.
Asimismo, los derivados del cannabis, fueron utilizados hace muchísimos años atrás. Es así, como varios siglos antes de la era actual, en China, Asiria y la India, estos eran utilizados como una forma de alcanzar estados de éxtasis o supuestos estados subliminales. Muchas culturas utilizaron las drogas con fines rituales, pero en ambientes altamente controlados y sólo por personas especialmente designadas. Por estos motivos no se conoce que existieran casos de dependencia a estas substancias.
Más adelante, a mediados del siglo XIX, irrumpió con fuerza el consumo de la morfina. Principalmente, por medio de la invención de la jeringa, en el año de 1850. Muchos de los adictos, comenzaban a utilizarla, como una manera de calmar sus dolores fisiológicos, pero muchos terminaron siendo adictos a la misma.
Más adelante, ya en el siglo XX, aparecería la heroína y la cocaína. La heroína, nace por como un derivado de la morfina, la cual fue utilizada como calmante, durante la Primera Guerra Mundial. La heroína, en fuertes dosis, es mucho más tóxica que la morfina y produce una dependencia física, bastante más fuerte que la morfina. Es así, como la heroína, es la droga que causa la mayor cantidad de muertes, por medio de sobredosis mortales.
Con respecto a la cocaína, se puede mencionar que esta también debió su difusión al interés médico que generó en sus inicios, porque de hecho se trató del primer anestésico local verdaderamente eficaz. Este descubrimiento, como tal, fue utilizado por Segmund Freud, quien utilizaba pequeñas dosis de cocaína, para anestesiar zonas específicas en el cuerpo. Su trabajo al respecto, llegó a oídos de un oftalmólogo, llamado Koeller, quien probó las cualidades anestésicas de la cocaína, en una incisión realizada en el ojo de una animal, lo cual resultó un completo éxito. Es así, como hoy en día se reconoce a Koeller, como quien descubrió esta capacidad de la cocaína. Aquello ocurría a mediados de 1914. Lamentablemente hoy conocemos a la cocaína por los terribles efectos que produce en el adicto, y en el círculo de personas que lo rodean.
En cuanto a la dependencia característica de la drogadicción, esta puede ser de dos tipos. Tenemos la dependencia psíquica y la física. Con respecto a la dependencia psíquica, se señala que esta se debe, al fuerte estado de euforia que producen la mayoría de las drogas existentes, lo que es utilizado como un vehículo para evadir la realidad. Es así, como el drogadicto necesitará constantemente consumir drogas, para poder evadirse y mantener en alto, el estado de euforia anteriormente señalado. Por lo mismo, si no logra conseguirlas, la persona sufrirá de un fuerte quiebre emocional. En cuanto a la dependencia física, esta se basa en un proceso fisiológico, ya que es el cuerpo el que se hace dependiente, de manera directa, del consumo de drogas. Esto es lo mismo, que les ocurre a las personas que sufren de tabaquismo, las cuales de manera fisiológica, se hacen dependientes de la nicotina. Es por lo mismo, que la persona que consume drogas y es drogadicta, sufriendo de dependencia física, sentirá fuertes trastornos fisiológicos, al minuto de interrumpir la ingesta de drogas. Esto en términos médicos, es ampliamente conocido como síndrome de abstinencia.
Ahora estudiaremos algunas de las drogas más utilizadas. La heroína es una droga en forma de polvo, el cual es cristalino, blanco, inodoro y muy fino. La heroína, por lo general, es consumida por medio de comprimidos o aspirada por la nariz, aún cuando la manera más recurrente, es de manera líquida, introducida al torrente sanguíneo a través de inyecciones. Con respecto a sus efectos, estos son los mismos que los de la morfina, pero potenciados. Su efecto principal, es la depresión del sistema nervioso central. Produce dependencia psíquica y fisiológica, aparte de crear una rápida tolerancia del organismo, lo que lleva a desear dosis cada vez mayores.
Por otra parte, tenemos al clorhidrato de cocaína. Dentro de sus componentes, está la acetona, el ácido clorhídrico, cloroformo, metimetilo acetona, eter etílico y gas cloruro de hidrógeno. La cocaína es un estimulante del sistema nervioso central y produce euforia, sensación de gran fuerza física, y excitación, entre otros efectos. La cocaína, se introduce al organismo, por medio de las vías respiratorias. La dependencia que produce es principalmente psíquica, por los estados de euforia y aumento de la autoestima que produce. Puede producir alteraciones al sistema cardiovascular y/o al respiratorio. Si se introduce por medio del torrente sanguíneo, puede producir una fuerte dependencia física. Su consumo continuo, puede producir, fuertes estados de paranoia. Los cuales no cesan al interrumpir su consumo. Hasta 1903 el extracto de la hoja de cocaina estuvo presente en la fórmula de la Coca-Cola, pero fue reempazado por cafeína, al comenzar a conocerse ampliamente los peligros en el consumo de la droga.
De igual manera, tenemos al crack, el cual es un derivado de la cocaína. Este se forma por medio del clorhidrato de cocaína, el cual es mezclado con carbonato de sodio y agua. A esta mezcla, se le aplica un fuerte golpe de calor, y luego, se le aplica un rápido golpe de frió. Con esto, la mezcla anteriormente señalada, se cristaliza. Estos cristales, son luego fumados usando pipas de agua. Sus efectos son muchísimo más potentes que los de la cocaína. Por lo mismo, es una de las drogas, que más rápidamente puede producir adicción. Por todo esto, el peligro de una sobredosis, está bastante más latente, que con otras drogas.
También tenemos a las anfetaminas, las drogas más utilizadas, para provocar estados de euforia, entre los drogadictos. Son altamente utilizadas, como un medio de apaciguar el hambre, el cansancio y la fatiga. El problema, es que una vez acabados sus efectos, las anfetaminas provocan fuertes cuadros de cansancio y depresión. Si una persona se intoxica con las mismas, puede presentar alucinaciones, irritabilidad, insomnio y confusión mental. Al consumir dosis, mayores a los 30 miligramos, puede producirse la muerte de quien las ingiere. La dependencia de las anfetaminas, es psíquica.
Dentro de los alucinógenos más conocidos, está el LSD-25. Más conocido como “ácido”. El LSD, proviene de un hongo, el cual se llama cornezuelo de centeno. La forma más usual de consumirlo, es por medio de papel secante, en forma de cuadrados, que se coloca en zonas de alta irrigación sanguínea, como debajo de la lengua.
El LSD, no crea dependencia física, sino que psíquica. Uno de los puntos más graves en el consumo del LSD, es que puede provocar alucinaciones, sin haber sido ingerido, en las últimas horas. Lo que ordinariamente, se conoce como “flashback”. Como efectos adversos, tenemos ideas suicidas, tendencias sumamente agresivas, fuertes delirios de persecución, etc.
Las sustancias psicoactivas o adictivas pueden actuar en el sistema nervioso central, en virtud de la existencia de ciertos componentes de la superficie de la célula cerebral, conocidos como receptores, sobre los cuales se fijan, para luego actuar sobre el interior de la célula nerviosa.
Así, entonces, en cuanto al mecanismo de acción, la cocaína incrementa la liberación hacia el torrente sanguíneo de dopamina, una de las sustancias que permiten la transmisión de los impulsos nerviosos. Los opiáceos (derivados del opio) disminuyen la actividad de un tipo particular de neuronas (noradrenérgicas), con lo que se produce un incremento de la actividad generada por la adrenalina, lo cual se traduce en excitación general del organismo, y se manifiesta, por ejemplo, con dilatación de las pupilas e incremento del ritmo cardíaco.
Los alucinógenos como LSD (ácido lisérgico) activan las vías que utilizan serotonina como neurotransmisor y que controla funciones tales como el apetito y el control de los impulsos. De ahí que los adictos al LSD sean protagonistas de historias de crímenes violentos.
Las benzodiazepinas y los barbitúricos, entre tanto, actúan sobre el ácido GABA, una sustancia que tiene funciones inhibidoras en numerosos circuitos del sistema nervioso central.
Dentro de los cambios en el comportamiento, que podrían sugerir que una persona sufre de drogadicción, están los siguientes:
-Exceso de mal humor. Irritabilidad. Susceptibilidad.
-Repentina caída en el rendimiento académico o laboral.
-Descuido en el aspecto y aseo personal.
-Desaparición de objetos de valor o dinero en casa.
-Temblores, insomnio, aspecto somnoliento o adormilado, lenguaje incoherente.
-Depresión, apatía, desgano, falta de motivación.
-Incapacidad de cumplir con las responsabilidades.
-Aislamiento del grupo habitual de amigos.
-Hábitos antisociales, como mentir, robar o pelear.
-Crisis nerviosas.
-Pérdida del apetito.
Con respecto a los tratamientos a seguir, para que una persona drogadicta, deje su adicción, estos por lo general son multidisciplinarios y se requiere del compromiso del adicto. Lo que generalmente se recomienda, con respecto a éste punto, es lo siguiente:
-No hay un solo tratamiento que sea apropiado para todas las personas.
-El tratamiento debe estar fácilmente disponible en todo momento.
-El tratamiento efectivo debe abarcar las múltiples necesidades de la persona, no solamente su uso de drogas.
-El plan de tratamiento del paciente debe ser continuamente evaluado y, de ser el caso, modificado para asegurar que el plan se mantenga a la par con los cambios en las necesidades de la persona.
-Para que el tratamiento sea efectivo, es esencial que el paciente lo continúe durante un período adecuado de tiempo.
-La terapia individual y/o de grupo y otros tipos de terapias de comportamiento constituyen componentes críticos del tratamiento efectivo para la adicción. En este respecto uno de los programas más usados es el de los 12 pasos (en inglés twelve step program), que consiste en grupos de apoyo. La versión de este programa para alcohólicos es conocido como el grupo de Alcohólicos Anónimos.
-Para muchos pacientes, los medicamentos conforman un elemento importante del tratamiento, especialmente cuando se combinan con los diferentes tipos de terapia.
-En el caso de individuos con problemas de adicción o abuso de drogas que al mismo tiempo tienen trastornos mentales, se deben tratar los dos problemas de una manera integrada.
-La desintoxicación médica es solamente la primera etapa del tratamiento para la adicción y por sí misma hace poco para eliminar el abuso de drogas a largo plazo.
-El tratamiento no tiene que ser voluntario para ser efectivo.
-El posible uso de drogas durante el tratamiento debe ser constantemente supervisado.
-Los programas de tratamiento deben incluir exámenes para el VIH/SIDA, la hepatitis b y c, la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas, conjuntamente con la terapia necesaria para ayudar a los pacientes a modificar o cambiar aquellos comportamientos que les ponen a ellos o a otros en riesgo de ser infectados.
-La recuperación de la drogadicción puede ser un proceso a largo plazo y frecuentemente requiere múltiples rondas de tratamientos.
Como hemos podido revisar, la drogadicción es una enfermedad con terribles consecuencias para las personas, por lo que a los primeros indicios de la misma se debe consultar a un especialista en el campo.



TIPOS DE DROGAS

TIPOS DE DROGAS Y SUS EFECTOS

 

    Alcohol

Tipo de droga: Depresivo.
Forma de consumo: Oral.
Efectos: Adicción (alcoholismo), mareos, nausea, vómitos, resacas, dificultad de expresión, sueño interrumpido, problemas motores, conducta agresiva, problemas al embarazo, depresión respiratoria y muerte (en dosis altas).



Tipo de droga: Estimulante.
Forma de consumo: Oral, inyectado, jalado o fumado.
Efectos: Adicción, irritabilidad, ansiedad, presión alta, paranoia, psicosis, depresión, agresión, convulsiones, pupilas dilatadas, mareos, falta de sueño, falta de apetito, malnutrición, altos riesgos al VIH, hepatitis y otras enfermedades contagiosas si es inyectado.

  


Meta-anfetaminas

Tipo de droga: Estimulante.
Forma de consumo: Oral, inyectado, jalado o fumado.
Efectos: Adicción, irritabilidad, agresión, hipertermia, derrames cerebrales, paranoia, psicosis, convulsiones, toxicidad en el corazón y los vasos sanguíneos, alucinaciones, arritmia, formicación (la sensación de que insectos andan por debajo de la piel).



Tipo de droga: Estimulante.
Forma de consumo: Oral.
Efectos: Disturbios psiquiátricos como el pánico, la ansiedad, la depresión y la paranoia. Tensión muscular, náusea, visión borrosa, transpiración, palpitaciones elevadas, estremecimientos, alucinaciones, desmayos, escalofríos, problemas para dormir y falta de apetito.


Tipo de droga: Estimulante.
Forma de consumo: La pastilla es reducida a polvo y es jalada o inyectada.
Efectos: Falta de apetito, calenturas, convulsiones y dolores de cabeza severos. Alto riesgo al VIH, hepatitis y otras infecciones. Paranoia, alucinaciones, repetición de movimientos y tareas sin sentido excesivos, estremecimientos y tics musculares.


Tipo de droga: Estimulante.
Forma de consumo: Oral.
Efectos: Palpitaciones elevadas y presión alta. Ataques epilépticos, infartos, derrames cerebrales y muerte.

  

Designer Drugs

Tipo de droga: Estimulante.
Forma de consumo: Inyectado, jalado o fumado.
Efectos: Parálisis respiratoria instantánea. Alta posibilidad de sobredosis por su potencia. Muchos de los mismos efectos de la heroína.



Tipo de droga: Estimulante.
Forma de consumo: Jalado o disuelto en agua e inyectado.
Efectos: Adicción, dilatación de las pupilas, presión y latidos del corazón elevados. Respiración elevada, ataques epilépticos, infartos, insomnio, ansiedad, inquietud, irritabilidad, temperatura elevada, muerte de una sobredosis.

  
Tipo de droga: Estimulante.
Forma de consumo: Fumado.
Efectos: Igual que la cocaína.



Tipo de droga: Opiáceos.
Forma de consumo: Smack. Suele ser inyectada.
Efectos: Adicción. Vocalización poco clara, paso lento, pupilas contraídas, párpados perezosos, problemas con la visión nocturna, adormecimiento, depresión respiratoria o falta de respiración, resequedad de la piel, infecciones epidérmicas. Alto riesgo a VIH, hepatitis y otras enfermedades contagiosas, si se inyecta.

  
Tipo de droga: Alucinógeno.
Forma de consumo: Jalado, fumado, oral o inyectado.
Efectos: Alucinaciones. Experiencias de desdoblamiento, problemas con la coordinación motriz, inhabilidad de sentir dolor, ataque respiratorio, desorientación, temor, pánico, agresión, alto riesgo al VIH, hepatitis y otras enfermedades contagiosas si se inyecta. Muerte.

  
LSD (Lysergic Acid Diethyl amide)
Tipo de droga: Alucinógeno.
Forma de consumo: Oral como gelatina/ líquido puesto en los ojos.
Efectos: Temperatura y presión elevada, falta de apetito, falta de sueño, estremecimientos, alucinaciones crónicas.

  


Hongos

Tipo de droga: Alucinógeno.
Forma de consumo: Masticados o hervidos y tomados como té.
Efectos: Presión elevada, transpiración, náusea, alucinaciones.

Forma de consumo: Los vapores son inhalados.
Efectos: Dolor de cabeza, debilidad muscular, dolor en el abdomen, cambios drásticos en el humor, agresión, nausea, sangra la nariz, daño al hígado, el riñón y los pulmones, desequilibrios químicos peligros, falta de coordinación, fatiga, falta de apetito, se disminuye la capacidad de oír y la respiración, hepatitis o la neuropatía periférica por uso constante.



Forma de consumo: Fumada o consumida.
Efectos: Ojos rojos, boca seca, uso de razón limitado o afectado, razón del tiempo alterado, habilidades que requieren concentración o coordinación son afectadas, como manejar un auto; paranoia, ataques de ansiedad intensificados, percepción alterada, se dificulta el asimilar información nueva, problemas con el aprendizaje, la memoria, la percepción y el criterio, problemas con el habla, con escuchar, pensar, atención de información y resolución de problemas.




Esteroides

Forma de consumo: Oral o inyectado al músculo.
Efectos: Cáncer del hígado, esterilidad, rasgos masculinos en mujeres, y femeninos en hombres, agresión, depresión, acné, cambios de humor.



Efectos: Adicción, problemas con el corazón, la laringe, el esófago, la vejiga, el páncreas, el riñón, y la boca, cáncer pulmonar, enfisema y bronquitis crónica, aborto espontáneo, niños nacen pesando poco.